Fragmento II
"...Me levante de la silla, uno, dos, tres pasos. Tropiezo y choco contra uno de los meseros. Corro de vuelta a mi silla.- QUE ESTAS HACIENDO TONTO!?!?- dice ese demonio que habita en lo mas recóndito de mi mismo, ese que me ayuda a mantener al cordura.
Tome fuerzas y camine hacia su mesa, quería dar la impresión de un tipo tranquilo pero confiado, quizá así llegara a gustarle... Nunca he tenido suerte con las mujeres, ni con mi madre. Son de esos seres extraños que nunca he llegado a comprender, como actúan, como hablan, como se complican la vida, como son tan hermosas, pero sobretodo... Como hacen para traernos tan locos?
Y allí me encontraba, a dos pasos de mi destino. Las manos sudorosas y el corazón en la garganta. Tosí ligeramente para atraer su atención, a lo que ella se dio vuelta suavemente con una expresión de intriga en su cara y una chispa de alegría en sus ojos... Grises, profundos y llenos de algo místico algo que no podría describir.
Trate de decir algo, quizá algo directo, un "Le gustaría tomar algo?" o algo confiado, "desea compañía? " pero no, de mi boca salio algo que juzgado sin profundidad, resaltaba lo obvio.
-Disculpe, esta usted sola?- dije con voz temblorosa- me preguntaba si podría hacerle compañía.
Me maldije mentalmente, había sonado tan estúpido, tan sonso y tan fracasado... quería que me mataran de inmediato..."
Fragmento II
"...Me levante de la silla, uno, dos, tres pasos. Tropiezo y choco contra uno de los meseros. Corro de vuelta a mi silla.- QUE ESTAS HACIENDO TONTO!?!?- dice ese demonio que habita en lo mas recóndito de mi mismo, ese que me ayuda a mantener al cordura.
Tome fuerzas y camine hacia su mesa, quería dar la impresión de un tipo tranquilo pero confiado, quizá así llegara a gustarle... Nunca he tenido suerte con las mujeres, ni con mi madre. Son de esos seres extraños que nunca he llegado a comprender, como actúan, como hablan, como se complican la vida, como son tan hermosas, pero sobretodo... Como hacen para traernos tan locos?
Y allí me encontraba, a dos pasos de mi destino. Las manos sudorosas y el corazón en la garganta. Tosí ligeramente para atraer su atención, a lo que ella se dio vuelta suavemente con una expresión de intriga en su cara y una chispa de alegría en sus ojos... Grises, profundos y llenos de algo místico algo que no podría describir.
Trate de decir algo, quizá algo directo, un "Le gustaría tomar algo?" o algo confiado, "desea compañía? " pero no, de mi boca salio algo que juzgado sin profundidad, resaltaba lo obvio.
-Disculpe, esta usted sola?- dije con voz temblorosa- me preguntaba si podría hacerle compañía.
Me maldije mentalmente, había sonado tan estúpido, tan sonso y tan fracasado... quería que me mataran de inmediato..."
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